Nos dicen desde pequeños: «cuando seas grande, lo entenderás». Y sí, hay cosas que uno va entendiendo mejor. Pura supervivencia, instinto educado a golpes. Pero hay otras que jamás, por miles de años que vivieras, acabarías entendiendo. ¿Por qué se van los buenos tan pronto? ¿Por qué, amigo, ya no volverás a estar a este lado del cristal? Nunca estás preparado para despedirte de la gente y, menos, cuando fuera de toda lógica -esas son las reglas del juego por mucho que lo olvidemos- hay que resignarse a hablar con la sombra de quien tan solo hace unas horas te brindaba una sonrisa. Te has ido muy pronto, discretamente, como sin querer molestar a nadie. Así eras. Grande por fuera y por dentro. Un día perderemos la memoria, seguro, pero no tu recuerdo. Hasta siempre, Marc Corral.

Barcelona, 18 de septiembre del 2020.